Prometeme guardar el recato referido para los espectadores que deambulan insensibles.
O, si no lo prefieres, que sean tus besos penitencia y valga la pena por perder la decencia.
Recuerda aquel poema que porfiaba al amor tan insolente, tan apasionante y embriagador.
Solo tu pudiste vencer al corazón que te canta y el alma que te escribió esta canción.
Así que contempla el deshielo de un amante que rendirse no deseaba, este de talante a antigua usanza endurecido por desamores de una juventud de esperanza convertida en rencores.
- Autor: Fernando Espinoza ( Offline)
- Publicado: 19 de octubre de 2018 a las 00:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
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