Aquel día, le sabía el mundo a poco y es que ella no tenía hambre de esas cosas que comúnmente se pueden comer como una manzana, no, ese día no. Ella tenía hambre de sueños. De atrapar por una vez todas esas oportunidades que siempre jugaban al pilla pilla y que, finalmente acababan ganando. Pero Mundo tenía hambre y no exclusivamente de sueños o bueno, tal vez sí, pero no de sus propios sueños sino de los sueños inalcanzables de ella. Unos sueños bastante apetitosos para Mundo. Mientras la barriga de Mundo se llenaba de mariposas el hambre de ella sabia cada día un poco menos a sueño.
Fueron muchas las ocasiones en las que ella querría haberse comido el mundo, pero otras en cambio, era Mundo el que se comía a ella o mejor dicho, a sus sueños. Y es que a Mundo se le daba muy bien jugar al pilla pilla. Quizás fuese porque aquellos sueños se quedaban un poco grandes o porque tal vez no fuesen del sabor que ella desearía , pero ella nunca podría saberlo porque nunca se permitió el lujo de probarlos.
Y allí, estaba ella aquel día, parada ante sus sueños mientras estos corrían delante de ella. Al principio eran muchos, de muchos olores y sabores: unos sabían a felicidad, otros a miedo, a inseguridad, a propósito, a compañía, a recuerdo….pero poco a poco fueron desapareciendo, no como el humo o como algo que se olvida sino porque corrieron más que ella y desaparecían en la distancia. Mundo observaba aquel juego expectante, esperando devorar cada uno de esos, ‘’muchos sueños’’. Al final quedo un solo sueño que quizás nunca desapareció porque, tal vez, sería el que siempre repetía. Ese sueño sabia a soledad, a ausencia, diferente pero a la vez sabroso. No sé si por tanto repetir ese sueño quizás estaría demasiado hinchada, o porque tal vez ella se había convertido en lo que tantas veces comía, pero de tanto esperar Mundo acabo comiendo cada uno de sus sueños. A ella le rugían las tripas y Mundo nunca más tuvo hambre de sueños.
- Autor: Carmen Lombardi ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2018 a las 14:53
- Categoría: Sin clasificar
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