Entre lo negro y lo blanco,
miles de matices giran.
Como molinos de vientos,
tornan el trigo en harina.
Y ligeros movimientos,
múltiples gestos prodigan.
Como la sutil mirada,
a una multitud conquista.
Se van tejiendo en silencio,
las ataduras que obligan.
Como caen entre las redes,
las criaturas marinas.
Sucumben en los placeres,
de las mentes sibilinas.
Que en oscuros callejones,
elaboran sus mentiras.
Y con vistosas argucias,
van atrapando las vidas.
El ego se va enredando,
en una malla tan fina.
Que hasta la mente más viva,
queda en sus redes prendida.
Como frágiles insectos,
que en su vuelo se despistan.
Ignorantes que al acecho,
camuflada entre sus hilos,
la muerte espera sin prisa.
Trampas de lujo vestidas,
que a la vanidad conquistan.
Viajeros de la ilusión,
que prodigáis vuestra cuitas.
Aunque llenos de pasión,
os entregáis sin medida.
Sorteando las aranas,
que cual cizaña se extiende,
como una peste maldita.
Infectando los caminos,
con persistente vigor.
Mágicas son las palabras,
que a veces tramposas son.
Con gracia crecen las flores,
con sus vistosos colores.
Fuentes de la fantasía,
que nutren los corazones.
Como de gozo las lágrimas,
por el rostro se deslizan.
Llevándose los temores,
que la alegría sacrifican.
Libre de las ataduras,
la mente libre se libra,
de los negros sinsabores.
Entre lo blanco y lo negro.
La paleta de colores,
en tonos se multiplica.
Dando a los grises penumbra,
y a los matices la brisa.
Para paliar los horrores,
que entre lo oscuro se aviva.
Acallando lo gemidos,
emergiendo de la sima.
Blanco y negro.
Crece o se achica.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.