(soneto hexámetro dactílico antoniano)
Mueven sus grávidos cuerpos, túrgidos nimbos acuosos,
lóbregas nubes espesas, nuncios de rayos y truenos;
contra la luz se rebelan, como en total connivencia
unen sus fuerzas, se apiñan, dejan al Sol eclipsado.
Bruna se mira la tarde, húmedo y hosco el paisaje,
áspero y tétrico el cielo —muy semejante a la noche
pero sin lucios diamantes—, bóveda gris sin estrellas.
(Cierto pavor me recuerdan, prístino asombro de niño.)
Cae la lluvia, derrama lágrimas frías el éter
—cada minúscula gota lleva tristezas mundanas—;
pierden su forma, colapsan sobre las sólidas rocas;
tocan la greda, se infiltran, entran por todo resquicio,
mojan el árido suelo —paño absorbente es la tierra—;
mientras los ojos se limpian, nace un espléndido iris.
- Autor: Alek Hine ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2018 a las 20:47
- Comentario del autor sobre el poema: El hexámetro es el verso compuesto de seis pies, metros o ritmos. Hexámetro dactílico antoniano: 4 pies dáctilos y 2 troqueos en cada verso completo (suma de ambos hemistiquios).
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Soponcio, Diego Nicolás García Contreras
Comentarios1
Soberbio. Esta vez voy a ahorrarme los comentarios bromistas que hago a algunos de tus poemas y me limito a afirmar que eres un excelente poeta.
Acertado has estado. Un brindis. Salud.
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