Abandonado el crepúsculo en mi cobijo
Contemplo tu mirar en mi celeste infinito
El astro supremo brota cual retoño de angelical pureza
Dios al contemplar la belleza, ora ante tu virginal presencia
Encandece el firmamento, se iluminan las farolas
Muda el hombre a su niñez oculta
Juguetea el sol con las sombras que provoca
Y entre los verbos y sueños nace el poeta
Puedo trazar la vida desde el día que me amas
La noche plena de estrellas como lámparas juguetean
Todo ha cambiado desde el día que me amas
Tu figura se delínea con ternura en la palma de mi mano
Todo ha cambiado desde el día que te amo
La vida brota en mis manos como hierba y cimiente
Linfa de pureza absoluta, savia, esencia de aromas y sueños
Todo ha cambiado desde el día que nos amamos
Labios, ojos, piel en par de cada una, una sola son
Pasiones, sueños, deseos en par de cado uno, uno solo son
Vientres en flor compartidos, corazón e ilusión del amor mío.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2018 a las 14:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.