Como zarpazos de árboles y tejas,
con nuestro pelaje etéreo e inflamado,
cada maullido, al compás del sigilo,
es un ronroneo, un cántico a las esferas:
vuestro corazón es mentiroso,
ávido de caderas y granadas.
Por eso somos indiferentes:
porque nadie nos hará daño.
Vida y muerte son estigmas del tiempo,
arrogantes lloramos en silencio.
Lo tenéis todo, nosotros a ustedes,
mas cada lágrima valer mil parpadeos.
Por eso, agosto es un octubre con sentido:
de día conejos, de noche… nosotros mismos.
- Autor: Francisco VV ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2018 a las 09:38
- Comentario del autor sobre el poema: Oda dedicada a este felino.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: JoseAn100
Comentarios1
vuestro corazón es mentiroso,
ávido de caderas y granadas.
Por eso somos indiferentes:
porque nadie nos hará daño
Eso es lo que más me impacto en un original poema. Un saludo.
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