III

Mi pensamiento se marcha con el viento, Caronte menos siniestro, bondadoso con quien paga con la moneda de la soledad entre silbidos dispersos lo ha de acercar al momento efímero y loco pero hermoso de divagación

Y breve será su compañía pues ha saltado para naufragar sobre el cielo siempre su mar
< "Loco al agua" > refleja en su mirar y de parte de los dos una sonrisa de complicidad se ha de escapar

.. "Anda Icaro no temas volar pues si has de volar será con alas hechas de fuego dónde el único riesgo será no poder imaginar" ..

Entonces Selene, majestuosa y apacible, ataviada completamente de plata lo invita a pasear, por sobre las nubes Larmos visitar y quizás, solo por esta noche, el lugar de Endimión poder ocupar.

Pero no es a la luna a quien se debe está vez, si no a la flauta que se escucha a lo lejos y lo llama con desesperación, que puede sea un sueño o un recuerdo, aquello que fue o puede llegar a ser y que parece explicar el porque una y otra vez sale a navegar cuando Morfeo no se digna en aparecer.