Ninguna
Hace más de 400 años
los barcos negreros empezaban a zarpar
de los puertos de África hacia América del Sur,
con los que más tarde serían
medio millón de seres, aproximadamente.
Tuve la oportunidad de conocer,
en uno de mis frecuentes viajes,
el fuerte de San Jorge Elmina,
construido por los portugueses
sobre las costas de Ghana.
Y asegurar
que en el húmedo ambiente de las celdas
donde los prisioneros esperaban
antes de ser embarcados en pataches,
podía respirarse sin esfuerzo
todo el infierno de Dante.
Hombres, mujeres y niños
empacados de seis en seis,
tras una escala en las Canarias,
continuaban el viaje entre cadenas,
grillos y argollas a su terrible destino.
En lo profundo de las carabelas,
su angustia no alcanzaba a estremecer la Luna.
¡Hasta el Sol los tenía abandonados!
Una cazuela de harina con un poco de agua
cada 24 horas, era todo su alimento.
Cuando algunas heridas, causadas por azotes,
comenzaban a ulcerarse,
recibían como tópico sólo sulfato de cobre.
Ese vaho de muerte
se mezclaba con plegarias junto a la tripulación.
Sabíamos que la esclavitud había sido infernal,
¡pero nunca imaginamos que lo hubiera sido tanto!,
dijo Granman Gazon,
jefe de los cimarrones o palenqueros diukas.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2018 a las 08:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
Una pincelada a las antiguas formas de esclavizar, ahora dejaron las goletas para hacer peregrinaciones
hombres mujeres y niños buscando una ocasión para un pasar mejor.
Son seleccionados los niños enjaulados, y para que crean que son consientes los padres devueltos para seguir pensando donde fueron a parar sus retoños.
Como no cambia la vida.
Un saludo cordial.
Gracias gaston. Recibe un cordial saludo.
Traes a tu poesía y a nuestra lectura un tema que es causa de vergüenza y causó mucho dolor. Muy lindos temas, saludos amigo
Gracias Fabio. Te envío un cordial saludo.
Muy triste son tus letras, poeta.
Extraídas desde el corazón.
Gracias por compartir.
Mi saludo, mi amistad.
Muchas gracias Hugo. Va mi cordial saludo.
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