¡¡¡ LÁGRIMAS DE LA HIEDRA !!!
*** Versos de la Rosa ***
Escuchando ese sollozo de la hiedra viva
parece que sangra verde entre la piedra,
se ruega a esa roca generosidad con ella
pues es sólo un arbusto que arriba trepa,
adornando su pared de naturaleza tierna
ansía ser amiga pero la piedra no la deja,
me agrada vivir con su naturaleza aliada
esa que conserva la calidad de esta vida,
con silencio les habla de empezar a vivir.
No dejes las plantas resecas y doloridas
si a un bosque le talan la planta suspira,
dejando infecunda su tierra que implora
en afligidos momentos por vejar la flora,
que siembra su ejido con esencia de olor
cogiendo su romero el tomillo y espliego,
sientes como humano avidez de cogerlo
esparces en campo sus flores de enebro,
hoy sólo nos deja el recuerdo y su llorar.
Resplandeciente profesas ser alhucema
cuando al esparrago vive entre la yerba,
siempre se alimentas lo que da su tierra
oyendo la plegaria de una espiga yerma,
porque el mes de otoño salen maravillas
la humana belleza de un rosal de espina,
que goza del saber del verdor que anima
utilizando esencias del aire que respiras,
sólo restan ruinas de la perfección verde.
Habla el engreído por conservar lo verde
gracias a los bosques alarga esa muerte,
porque el ambiente resista embriagador
acopiando lo más sensato con pundonor,
siembra poesías con tus macetas en flor
para que las abejas polinicen el grandor,
silencios adustos por la hiedra lo aclama
ha pintado sus piedras de un manto gris,
extraña que el anciano se apiade de ella.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
04 de noviembre 2018
- Autor: El Hombre de la Rosa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de noviembre de 2018 a las 05:04
- Comentario del autor sobre el poema: Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan. La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta. El Hombre de la Rosa .
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, María C., Paloma P.P., Mauro Enrique Lopez Z., Hugo Emilio Ocanto, David Arthur
Comentarios9
Enredada en el muro
la hiedra también llora
las penas de la tierra, pero
ella tiene humedad y la salvará.
Saludos
Muchas gracias estimada señora compañera y amiga en la poesía María Isiszkt por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Precioso amigo mío.
Enhorabuena
Muchas gracias estimado compañero en la poesía y amigo Donrevis por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
De verdad...Precioso !!!
Es un maestro con todas las letras, estimado amigo Críspulo.
Ssludos.
Muchas gracias estimado compañero en la poesía y amigo Lualpri por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Precioso poema que me ha encantado leerte. Un fuerte abrazo Críspulo.
Muchas gracias estimada señora doctora compañera y amiga en la poesía Paloma P.P. por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Belleza y esperanza literal, Maestro.
Gracias por compartir.
Cordiales saludos de amistad.
Muchas gracias estimado rapsoda compañero en la poesía y amigo Hugo Emilio Ocanto por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Maestro de maestros, siempre tan fecundo, tan incansable y yo tan ausente de disfrutar tanta delicia en tus incansables letras. Mi respeto y admiración de toda una vida.
Muchas gracias estimado compañero en la poesía y amigo El Arlequin por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Estupendo poema que disfruté también leyendo en otro portal.
Muchas gracias estimada señora compañera y amiga en la poesía EdithElviracolquirojas por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Bello poema has escrito Críspulo, acerca de la hiedra.
Un abrazo amigo,
David
Muchas gracias estimado compañero en la poesía y amigo David Arthur por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Un canto al campo y la tierra, al árbol, a la hiedra; a la propia vida.
Excelente, como siempre; amigo Críspulo. Mis respetuosos saludos y un abrazo.
Muchas gracias estimado compañero en la poesía y amigo Javier Gamboa Panevel por tu grata presencia y por tu generoso comentario.
Las lágrimas de la Hiedra, que solitaria se enrosca en las paredes de piedra, trepando como ella sabe, sintiendo verde su pena, como si fuera la vida que sube por la escalera, en los mejores momentos que tiene el alma que vuela, consiguiendo lo que quieren sus esquejes cuando trepan.
La Hiedra cubren los muros de las casas solariegas, para no ver lo de dentro donde el humano se acuesta.
Que las Meigas de la felicidad llenen tu hogar de amor y de paz..
Con un abrazo de sincera amistad:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.