Pálido y borroso recuerdo de un instante ¿Cómo puedes lograr que al verte vengan a mí innumerables recuerdos que mi mente lucha por olvidar? ¿Eres acaso dador de vida a lo que estaba en el olvido? ¿O serás simplemente médium en la dulce armonía recuerdo-persona? Seas quien seas tienes el poder de adornar mi mente con vestigios que no podrías asegurarme son ciertos. Quizá pienses que desconfío mucho de ti, pero realmente desconfío de ellos, pues en su interior sólo hay tristeza y no sé si mi vida es la triste, o si son ellos.
Quizá sean los recuerdos, quizá haces bien en guardarles en tu memoria y tu cuerpo con todas las emociones intactas. Sería alentador saber que tu labor es guardarlas indelebles hasta que lleguen a mis ojos, que olvidando por completo tus pixeles se centran en ese tesoro que contienes.
Tienes el consuelo de saber que no eres tú el portador de emociones, pues al ver tus espaldas sólo hay una mente en blanco. El problema es el por qué en tu vientre se exhiben un sinfín de ellas ¿Qué tiene esa combinación de trazos que me hace evocarlas al verte? No creo sean los colores, pues con cada uno de tus atuendos sucede lo mismo, cuando vistes negativo, sepia o si te encuentras en escala de grises.
Quizá es sólo un recuerdo tatuado en tu vientre que llevarás por toda la eternidad, pero que yo sólo llevaré el instante que te vea.
-11/05/2018
- Autor: Joseph Martínez ( Offline)
- Publicado: 6 de noviembre de 2018 a las 00:44
- Categoría: Carta
- Lecturas: 27
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