Y tú has venido,
así como si nada
un día cualquiera.
Y tú has llegado,
cuando ya estaba
casi olvidada,
casi perdida,
casi muerta.
Has entrado
así sin esperarlo,
y al llegar a esa puerta,
al acercarme a ella,
me has parado…
Escucho otra vez los sonidos
que ya no recordaba,
escucho otra vez mis latidos.
- Autor: Maria Gomiz Luna ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2018 a las 17:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: ocsirnaf, alicia perez hernandez, María C., Paolo Gil Euceda
Comentarios3
Sin la humedad de unos labios y la fragancia de una piel, sin los susurros de una voz al oido o el roce de unas manos protectoras siempre tendremos esa sed que produce la sensación de estar desubicados en alguna parte de la vida. A veces la imaginación ayuda a calmar esa sed de alguna manera. De echo el amor necesita de mucha imaginación para segir latiendo. No dejes de escribir nunca. un abrazo.
Si, imaginacion no falta jaja, gracias otra vez
Upsss chulo de bonito
lindo de bello,
abrazos con saludos Maria
Muchas gracias Alicia, me alegra que te guste. Saludoss
Y seguirá ese latir siempre.
Un saludo cordial
Gracias otra vez
Un placer entrar a leer.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.