1. CARICIA
Abre las sensibles palmas de sus nítidas manos,
con labios frescos bebe en pedregosas fuentes
agua de transparencia vibrante como el legendario cuarzo,
levanta su frente mojada y un vuelo de pájaros rasantes
se adentra en la noche donde los dígitos del artesano,
moldean cántaros, venados azules cruzan puentes
amarillos, de lejos se oye el canto de un mirlo solitario
ebrio de luz platinada, fruto de un sol que los pastores
rescataron en el torrente del día purpura inclinando su cabeza,
en delicada red sedosa apoyó su mejilla en rosetones de brisa
que miran a los pinos mecerse bajo errabundas cometas.
Brotó un ángel dorado de tu rubial y venática cabellera,
posados en el arrebol de tus mejillas dos lunas ebúrneas sonríen
y a su rostro de Jacinto lo acaricié con mis dedos de cera.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
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2-
DESPERTAR EN ACECHO
En tibio despertar de acecho agudo filo de guadaña
la mortal farsante, no la auténtica que su frio instala,
con umbroso placer ulcera serruchando los costales
Desvelo al cenotafio, diapasón de efímeras veleidades,
muerde lo carnal y sus dones al llar arden vanidades
cual lujurioso pavo real despliega su boato plumaje.
Áspero noctívago, colmillos inmersos en su sarcófago,
no son óbices variables en nuestro amor de consorcio.
Ambula el espectro, sacude hasta fatigar las ventanas,
como insomne paladín comanda sus aleves falanges
no sabe la enjuta que dos somos cúmulo de nosotros.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- Publicado en julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
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3-
APOGEO - sensual
De bruños recónditos
y aguas límpidas
las acequias de tus muslos
exaltan sentidos.
Azafranada orquídea,
magnolia de instinto agreste
es tu boca centrípeta
un talego del cereal magnífico,
silo depositario en derroche,
aljibe de miel en depósito
que libo de tus pezones.
Tus senos dos colinas
en estática armonía,
Tus largos muslos
de primaveras continuas
siempre floreciendo
tus rosaledas purpurinas
en horizonte cetrino
de floresta tupida.
Aquí yacen mis labios sedientos
Voy a consumir de tus fauces
zumo rojo de amapolas
por tu piel color cobriza
tendida la exótica fronda
A media luz del pábilo consumido
voy a aferrarme a tus blondos cabellos
cuando el prefacio augure
descontrol de jadeo
en este recinto de madrugar trasnochado,
ultramarina arena, entidad corpórea
muérdeme loba tripera,
desgarra mi carne hasta las entrañas,
arde en mi colmena
tu dulzura fueguina,
en mi estás como la astilla
inserta en la madera,
tus pies caminan con los míos.
Humedece la sequedad de mi leño
el paladar árido cólmalo de melaza
y en la vorágine del apogeo
plañe tu garganta de pífano
que tu alma cabe en mi corazón sosegado
y rondando en tu cintura
te acariciaré sin mis manos.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
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- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2018 a las 11:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
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