Desde el vientre de la Tierra,
A los surcos de los fértiles valles,
Corre la sangre de los ríos,
Que se arrojan solos,
A los fondos marinos.
De la Tierra que pisamos.
A la energía que emana.
A los movimientos telúricos.
Cual magma volcánica.
De donde emergen
Airosas el amor y la vida.
Pisa tu suelo y besa tu frente.
Bebe de la lluvia.
Y ama la vida.
Al final ni tú … ni yo.
No solo tú … no solo yo.
A nuestra mentira …
y a nuestra verdad.
A la madre que nos parió.
A la Iglesia que nos bautizó.
Al Padre Eterno que nos bendijo.
A los árboles que nos sonríen.
A los amores que nos enamoran.
A la Tierra bendita de sur a norte.
Y de este a oeste.
A la Tierra de los seres vivos.
A la Tierra que nos enseñó a amar.
Solo a la Tierra que nos vio nacer
Y el cielo que nos cobijó.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
Derechos Reservados.
- Autor: Antonio Encinas Carranza ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2018 a las 13:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 221
- Usuarios favoritos de este poema: JUAN ROMERO SOTELO, Mauro Enrique Lopez Z.
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