Caminabas desprevenida
al paso de tu elegancia
tus caderas contorneabas
luciendo bella estampa.
Eras un río suavemente
viajando por la morada
agitando esos senos
Como abanicos brillantes.
Tal vez cuenta no diste
como te devoraba
haciendo un loco empeño
me atravesé en tu mirada.
Que genio ondeo tu cuerpo
y esa penetrante mirada
para volverme loco
con tu sonrisa elevada.
Sé que me eres imposible
un rayo mejor me parta
te has cruzado en mi senda
y terminas de acabarla.
Inestable me has dejado
mis sentimientos en la nada
solo me queda esperar
el milagro de tu mirada.
La suavidad de tu piel
se adivina encantada
mis manos se deslizarán
moldeando curvas grabadas.
Tu pelo entre mis manos
serán maravillosa hilada
donde te construyera
una preciosa falda.
No me he de derrotar
el que no lucha no gana
pues el cielo he de subir
donde se esconde tu alma.
- Autor: Tú me interesas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2018 a las 00:29
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando la musa inspira aunque se equivoque el alma.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: BLANCO Y NEGRO, Soponcio
Comentarios2
Muy bueno.
Muy bueno es que recorras mis locas letras
saludos cordiales.
Que belleza de mujer..si no fuera por ese genio pero tú sigue intentando...
saludos contoneados!
Como abanicos brillantes,
en mis manos de tahur
a una dama elegante
tomándole su albur.
Un beso genial.
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