Estuve sola, tanto tiempo,
Varada en el campo Eliseo,
Pensando que mi destino
Era quedarme en silencio
Y encontré cierta paz,
Cuando me rozaban tus dedos,
Mendiga me volví,
Ansiada de la mañana
Que te traía por los senderos
Y tú, carente de mi presencia
Ignorabas mis besos
Y fueron pasando los días,
Secando mi débil cuerpo,
Bajando mis brazos,
Deseando el destierro,
Hasta que llegó él,
Con sutil canto
En una mañana de esos
Y poco a poco sentí,
Este cariño que no entiendo,
¿De dónde eres tú?
Tenaz carcelero
De esto que llevo
Y no entiendo,
Pues mi piel se quebró
De tanto Sol
Y volvió él
Para llevarme por los cielos.
Donde tu jamás
Llegaras en sueños,
Me susurra al oído,
Que soy su paz,
Que soy su ego,
Que no volveré
A llorar mí destierro,
Pues ahora volaré
Junto a él por sus reinos, pero sé,
Que muy a mi pesar
No soy eterno
Y comprendo que este amor
Para que sea etéreo,
Le entregaré mi esencia
Para que perfume los sueños
De este mon amour,
Cuando vaya lejos…
G.A.G.V.
10/11/2017
- Autor: GGonzalesV ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2018 a las 00:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
Comentarios1
Me gusta también versar sobre el viento.
Me gustó conocer tu sentir
Saludos.
Gracias por tus palabras...Shalom
Shalom amigo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.