Tal vez tu boca muerda sutilmente su costado,
Y tu índice recorra su espalda,
Tal vez tu respiración humedezca el surco de su hombro,
Erices su bello y la estremezcas en el limbo…
Pero no se sacia, ¡NO! Tu alma no se sacia…
Y es que la piel/carne/cuerpo, puede acariciar, besar, arañar o morder,
Pero no sustrae la necesidad que tienes del otro…
El espíritu se agita, la ansiedad se apodera,
y solo el éxtasis del orgasmo te da un minuto de paz,
Pero es solo eso… un minuto…
Pero no se sacia, ¡NO! Tu alma no se sacia…
Sencillamente estas perdido en su mirada,
en la mueca de su boca, en sus suspiros profundos, en su rostro sonrojado,
en todo lo que calla y que solo tú puedes suponer.
Lo que es se impregna en ti… y no hay roce que apacigüe las ganas que tienes de ella…
La piel solo es una excusa, que nada tiene que ver con tu amor,
Es la compañía aunque sea silenciosa, las risas cómplices, la añoranza de lo ideal
Es cuestión del alma por ello no te sacias…
Lo sé porque soy tu reflejo,
Yo aun cuando te pruebo… sigo teniendo sed de ti.
- Autor: Eli-liones ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2018 a las 23:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Soponcio
Comentarios1
Muy hermoso y verdadero.
Saludos poeta.
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