Cae el día y la tarde lentamente muere,
la noche se asoma con su manto sombrío,
las sombras traen un lamento que hiere
y siento la falta que me haces, amor mío.
La noche transcurre fría y melancólica
ya las sombras danzan sobre mi cabeza,
queriendo entrar en mi mente abúlica
donde reina un solo recuerdo: tu belleza.
Sombras gobiernan en mi madrugada,
acompañada siempre de cruel desvelo,
riéndose de mi ignota felicidad negada.
Entonces, con tu ser vuelve mi anhelo,
y con él rénace una ilusión casi segada
llegas a mi vida, luz de un nuevo cielo.
Comentarios2
Un buen final de tu poema.
bambam
Gracias Bambam. Saludos
Entonces, con tu ser vuelve mi anhelo,
y con él rénace una ilusión casi segada
llegas a mi vida, luz de un nuevo cielo.
Hermoso final, estimado Evardo.
Gracias Luis. Saludos.
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