La chica de la parada del autobús

Por las mañanas
la parada del bus
hacia la facultad
abraza el frío y el alba.

Por las mañanas, lo esperas
con tu belleza que vive en el frío tiempo
absorta, ausente, somnolienta.

Por las mañanas
tu danzante cabello negro
le saca una sonrisa tibia
al trenzado otoño
que por tu presencia no emigra.

Por las mañanas
parece que acaricias al silencio
con tus manos blancas
como conchas que duermen en la arena.

Por las mañanas
me pones... más moreno
con tu falda y medias negras.

Por las mañanas
no dejo de estar ebrio de tu mirada
al querer abrir la jaula de mis besos
para que aniden en tu boca.

Por las mañanas
para hablarte
mi delgado valor socavo
pues en el mástil de mi pecho
me protejo de las olas tristes.

Por las mañanas
abandonaré al miedo gondolero
y me reiré de las horas muertas
pues mi amor siempre está despierto
listo para abrir tus labios de mil sedas.