Allí quedaron las prendas,
rasgadas, arrugadas, sobre
el piso y el lecho
Allí quedaste indefensa,
desnuda
Se agitó tu pulso, casi
sin aliento
Y no era miedo, era deseo
ardiendo en tu cuerpo de
Mujer que ama y entrega
su cuerpo como una proclama,
una poesía viva al placer de su
Amante enamorado
Rob_
26/11/18
- Autor: Roberto V (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de noviembre de 2018 a las 20:58
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 41
Comentarios1
Muy intenso Roberto. Increíble, gracias por mostrarnos este arte
el tuyo de escribir.
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