Yo soy por fiel decreto, guardian de tus palabras,
que asoma para abrir y cerrar una puerta.
Tú sabes que palabra sin los hechos es muerta.
Por eso la vocal en el diptongo labras.
Que no me vaya sin tus vinos, sin tu pan:
que son la sangre y cuerpo de tus palabras,
manada en el arroyo donde apacientas cabras.
Holofernes del verbo, ¿¡quién!? yo soy tu guardián.
Guarda de tus pregones en la noche del mal.
¡Dejádme hoy esta gloria!...dormía para entonces,
pero en mi corazón vibraban como bronces
tus palabras bordadas con filo de puñal.
Amada, tus palabras son frutos de la tierra,
todos ellos de dulces ejércitos de amor,
y listos para la batalla, no hay temor.
Heme aquí tu guardián, que a tus dichos se aferra.
Derechos reservados de autor
David John Morales Arriola
- Autor: John Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2018 a las 11:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta, David Arthur, BLANCO Y NEGRO, JoseAn100, María C., Marc Tellez Gonzalez
Comentarios4
Oh adorables y sentidos versos , verdaderamente un guardián...
Abracitos
Muy bueno John.
Saludos,
David
Buenas letras.
Cuando puedo a tu espacio entro, pues sigues divinamente escribiendo.
Saludos.
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