Vous connaissez mon amour et vous savez que mon amour est pour toujours.
Me niego a hablar de la palabra nunca
pues prefiero redimirme con un siempre,
este amor no es un río que se trunca...
más allá de tenerte o no tenerte.
Aquel abril te vi por vez primera
y así te amé, sin motivo aparente…
El corazón presiente cuando llega
el amor que nidifica su simiente.
Supliqué tantas veces olvidarte,
pedí a Dios que te arrancase de mi pecho,
Pero debo aceptar lo que es un hecho…
pues ya entendí que siempre voy a amarte.
Conociendo tus virtudes y defectos,
tus anhelos y también tus infortunios...
Sin dejar de admirar los dones tuyos,
me encanta lo que tienes de imperfecto.
En la noche de la fría cordillera
las dríadas te hospedan y seducen.
En el fondo ninguna tu alma llena,
aunque destellen sus tesoros y sus luces.
Complicidad que llega inevitable,
al intercambiar sutiles las miradas
y mi corazón cual corcel implacable,
me hace sentir rubor de colegiala.
Te pienso..., te pienso y tú lo sabes,
aunque hay cosas que es mejor jamás afloren,
Es prudencia o cobardía el ocultarlas
cuando suelen ser prohibidas las pasiones.
Y así mientras te miro, enamorada,
desliza el viento un invisible lazo
y mis ojos se encienden de alborada,
mientras sueño amanecer entre tus brazos.
- Autor: Yana.N ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2018 a las 00:26
- Comentario del autor sobre el poema: Es un poema que escribí en breve tiempo y lo hice pensando en alguien muy importante para mí desde hace más de cinco años. Sin entrar en detalles, pues la poesía relata parte de esta historia, puedo decir que es inevitable refrenar un sentimiento si este prevalece, más aún cuando se trata de amor.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Esquivel
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