Mi corazón está reseco y mayugado
como fruto que se queda en el frutero,
es alimento de cuervos y gusanos
y depende solo quién llegue primero.
Mi corazón tiene un mordisco en el costado.
Y quizás fue aquel bocado tan certero
que bastó para dejarlo desplazado
y para siempre perforado como un cero.
¡Ay mujer que lo dejaste abandonado
en las metálicas redes del frutero!
¡Te hubieras llevado todo en el bocado
y así me libras de este fruto traicionero!
Mi corazón tal vez nació de un limonero.
- Autor: Axel Dueñas ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2018 a las 04:42
- Comentario del autor sobre el poema: Gracias por tu lectura, déjame tu comentario.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 91
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