El destino y su brújula.

Brújula mágica, mira al futuro y señala mi camino. Decide por mí, comete errores por mí, vive por mí y hazme esperar paciente para tener los besos que dormirán en mis labios hasta que mi vida se haga de noche y el luto inmortalice una despedida sin lágrimas falsas.

Brújula mágica, señala mi destino y golpea mi frente cuando mi desconsuelo intente hallar refugio en brazos inestables que, sin motivos hirientes, puedan limitar la sabiduría de mis ojos para descubrir el amor eterno.

Brújula mágica, hazme tu esclavo y seguiré tus pasos hasta que la sed me derrumbe y así, mi ímpetu se enaltezca para llenar sus esperanzas con todo el esfuerzo que soporten los sueños y de esta forma, finalmente hallar el manantial donde esos brazos que me esperan, levanten mi cabeza y con el secreto de un abrazo sincero me hagan ver por fin, que puedo llegar a enamorarme y ser feliz.