Que bién que te burlaste,
me dejaste, sonreiste y me abandonaste;
te deshiciste de mi.
Me dejaste huérfano de tus ojos,
y tus besos, de tus dedos,
de tus sencillos cabellos,
y tu forma de mirar.
Me robaste la esperanza y también
las ilusiones.
Me cancelaste la visa
para llegar a tus pechos,
a tus pequeños secretos,
y tu mundo en libertad.
Me quitaste de las manos
muchas noches de soñarte,
una vida desbocada,
las gaviotas de mis playas,
y mis tazas de café.
Por creer en tus palabras,
pues jurabas que me amabas,
por creer que me querías,
hoy no tengo playa,
no tengo arena, ni tengo mar.
© Armando Cano.
- Autor: Armando Cano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2018 a las 00:27
- Categoría: Triste
- Lecturas: 220
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