Por ella, un simple momento, la verdad te regala.
La grieta callada por siempre, ante tal acto de cobardía y abertura, nos muestran el claro camino, para despedirse
La sanguinaria puerta de nuestras verdades, nunca se ve abierta, cerrada está y no hay culpable.
La noche enterrada, sin deseos de dejarnos, la tocamos como física y la escribimos como invisible.
Un sentimiento que por sentencias no llega, inutilidad de abre y cierra facial, me destruye y te olvida.
Un cantar blanco y vacío te dedican hoy los dedos danzantes de mi quehacer, no de mal manera.
Un vano juramento de amistad dejó caer la última lágrima verdadera y pura, en la tierra seca.
Por lo que disfrutas y yo odio, nos separa cada instante, diferentes sílabas.
Por el entendimiento de holgura parsimoniosa, cual flor con pasión que pierde color.
Por la razón o sin la razón, siempre plúrimo tu estar, que, acompañado, diversión.
- Autor: Denil Agüero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2018 a las 18:54
- Comentario del autor sobre el poema: Décimo cuarto poema del poemario XVII palabras de un mudo. Dedicado a Nohelia Salas. Poemario completo en mi página web.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 12
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