Olvide llorarte, no se porque.

Bendecido7

 

En soledad, sentado sobre mi cálido asiento,

y esos recuerdos del ayer se han aparecido…

momentos, imágenes, perfumes y soflamas,

todo lo que nos satisfacía en nuestro mundo.

 

Después de alejarnos no pude lloriquear,

no te quise llorar, mis ojos se entorpecían.

Hoy en esta noche tan cruel y antigregaria,

acabo de garabatear tu nombre y un adiós

 

Fuimos imbatibles- al menos eso lo pensé,

en realidad, ambos estábamos agonizando,

de cobija, de caricias dulces y unos susurros

nuestra historia quedo en nuestra retentiva.

 

Me convertí en un amante de tu silencio,

y me has hecho profuso daño sin tocarme;

sancionado a vivir en el destierro del cobijo,

con el fin de vivir con un aliento del recuerdo.

 

Hoy me desahucio de ti perpetuamente,

aunque prorrogaras ser mi fantasma predilecto.

 

Elias Lucas

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.