Era luna azafranada tu mirada homenajeando sombras
reverbero donde nace la esencia de tus ramilletes frondosos,
paseabas con terciopelo oscuro tu magnífica opulencia,
soñé que te hallabas entre muros de ultrajes dolorosos.
Eran valles de reparo para mis ojos verte desfilar entre panojas
como si fueras una dalia tu talle cimbraba sinuoso.
Tenían rosas salitres tus labios leñosos de artesa indómita,
pedestres danzaban tus pies sibilinos tribal baile erótico.
Sobre pedregales de ardientes brazas que al temblor no cede,
humo de incienso emanabas vapor inundado de jolgorio,
Fulgurosa bullías con detalles corpóreos de opiáceas moras.
¡Oh cenizo cárdeno, puerto donde mi barca su maroma desvanecen!
Brujo hechizo de mi pirexia , maremoto que conmueves mis territorios
en frondas de acacias transfundimos de amor las pieles porosas.
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2018 a las 20:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un placer visitar tu portal y tus bellas letras estimado Ricardo
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Te agradezco poeta- tengo una mano inmovilizada. mis saludos cordiales
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