Aquella tarde donde yo trabajaba,
Llegaste con paso muy ligero
Segura de caminar por donde pasabas
Con una sonrisa muy angelical
Saludabas al personal con un bueno días
A todos.
Que alegría, que simpática eras,
Yo cantaba algunas canciones,
Todas dirigidas para ti,
¡Que bonitos ojos tienes! O
¡Cara de gitana! Y muchas canciones
Que solo eran para tus oídos.
Me gustabas, cuando te veía llegar
Era mi alegría, eras mi todo,
En esos momentos vivías solo para mí.
Vivías solo para mis canciones,
Mas, mi vos era suave, mirabas de lado,
Yo te seguía con mirada fija y tú sonreías
Y te marchabas, te alejabas un poco de mi,
Y tus ojos bailarines los veía reír,
Brillaban como dos cristales
Recibiendo la luz del sol.
Parecías mujer enamorada.
Pero, pero yo sabía que no eras para mí.
Que yo estaba muy lejos de seguirte
Y estar a tu lado para siempre vivir.
Me he quedado entre las sombras,
Me he quedado en mis sueños atrapado,
Como un mapache entre las ramas
Para no ser devorado por el felino,
Que a de venir por mi cuerpo
Y hacer de el una canción olvidada,
Que se quedo dormido entre brochas
Y pinceles apegado al muro,
Que le escucho un día cantar.
- Autor: Yo Claudio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de diciembre de 2018 a las 13:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
Comentarios1
Tremendas letras y preciosas para tu historia que disfruté leyendo a un que no tenga un final feliz
felicidades
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