Padre eterno,
que tu aliento de huracán
amor y justicia
disperse la hojarasca
del odio y rencor,
dando paso a frescos
y blanco-dulces retoños,
de donde brote
robusto y fecundo
el vuelo de la paz
concluyente del sombrío invierno,
proclamando novísimas primaveras
clariamorosas para todos
y por igual.
- Autor: William Irving Howard López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2018 a las 00:15
- Comentario del autor sobre el poema: una plegaria a Dios por la paz para todos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola
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