Sincronía... (Relato)

Suena el despertador y aun soñolienta despierto sintiendo dentro de mí, una intuición de que este día será diferente. Entro a la ducha y siento cada gota de agua cayendo sobre mi piel, con jabón perfumado voy frotando cada rincón de mi cuerpo de una forma hipnótica y natural, mi intuición me conduce a prepararme para algo o alguien,  soy obediente en perfecta sincronía, la palabra “No” ha sido eliminada hasta segunda orden.

Escojo un bonito vestido, resalto mi rostro con un sutil maquillaje, regalándome unas gotas de perfume de un día especial. Que me estará tramando el destino…

Escojo por desayuno un café negro espumoso de sabor intenso añadiendo un poco de canela, ¡Rico!

Lista para recibir lo que afuera me espera, salgo optimista de volver a casa, con una nueva historia que contar, me encantan los añadidos por sorpresa.

Con sonrisa sincera caminando por la calle, escucho una voz que grita  mi nombre, con prontitud miro hacia atrás y ahí estaba el…

Paralizada y atónita, mis pies se encargan de dar unos pasitos hacia él, toda la seguridad que había en mí desapareció  en aquel momento. De todas las personas en el mundo jamás pensaría que volvería a verle, el amor imposible de mi vida.

El apresuró  sus pasos hacia mí y estando los dos cara a cara, yo no podría articular palabras con los labios, pero lo hablaba con mis ojos, el me beso en la mejilla muy cerca de mis labios y me susurró:

- Que bien hueles, me encanta verte, que bonito vestido llevas y mejor me callo…

Al oírle me entro escalofríos y con corazón acelerado, le dije:

- Que gusto verte, te veo genial, me encanta tu barba, pero no te calles, deseo escucharte.

Fundidos en una misma sonrisa nos miramos a los ojos ya sabiendo lo que iba a pasar.

No me importaba como iba a acabar, solo quería disfrutar de este hermoso regalo del destino, que  ha estado preparándome para recibirlo toda la mañana.

Yo volveré con una nueva historia que contar a mi almohada. Más él tendrá que explicar de dónde ha salido la mancha de barra de labios de su corazón.