HOSANNA, HOSANNA.
No se sabe cómo y cuando
con aguas alborotadas
murmuran de un nazareno
y de su flor más amada.
Lleva tres meses encinta,
y José está en entredicho
María no se lo ha dicho
y su boca la precinta.
Escondido entre palmeras
un ángel anda metido
entre las aguas del pozo
y las verdes datileras.
Una joven nazarena
con cántaro en la cadera
de cinco meses preñada
anda buscando inocencia.
Por las calles de su pueblo
nadie sabe cómo ha sido
soporta todo recelo
y el siseo del murmullo.
Con el ángel de palmeras
mantienen sus entrevistas,
el milagro es nunca visto
pero todo está previsto.
En edicto de romanos,
Cesar Augusto decreta
nuevos empadronamientos
entre todo los humanos.
José marcado en silencios
llena pronto las albardas
sentada en lomo de asno
cuando nace la alborada.
Se dirigen a Belem
donde radica su estrella
su niño pura canela,
será del soplo divino.
Miran casa y posadas
nadie les trata un cobijo
fuera tienen un establo
de pastorcillos de antaño.
Es calurosa en verano
y entran fríos en invierno
con ventanuco cerrado.
Allí tengo buey y mula
con un poco de cebada
cerca tenéis los pastores
por socorrer menesteres.
En un rincón del establo
con el calor de animales
se forma el mejor retablo
del destrozo de los males.
Los pastores y zagales
miran extraños caminos ,
del cielo bajan cantando
ángeles muy celestiales.
Han traído buena nueva
pues ha nacido en la cueva
el que nos trae lo bueno.
Hosanna, hosanna en el cielo,
y en toda faz de la tierra.
Hay movimiento en el cosmos,
hosanna, hosanna al Dios bueno.
Simón Abadía
- Autor: Simon Abadia ( Offline)
- Publicado: 19 de diciembre de 2018 a las 17:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Dreamss
Comentarios1
excelente poema =))
lo he disfrutado =))))
Gracias, que tengas una FELIZ NAVIDAD.
Un abrazo
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