EN LOS OJOS LA VERDAD

 

Congelado quedó el grito.
Flotando quedó la ira.
La indignación se ocultó,
frenada por la mentira.
Y suspendido quedó,
en el aire el raciocinio,
en brazos de la desidia.
Así el criterio ha perdido.

Cuelgan de los sentimientos,
guirnaldas multicolores.
Para adornar los pesares,
y distraer los dolores.
Acechando está el taimado,
que maneja los temores.
Insuflando rabia y miedo,
con altisonantes sones.
Una pirueta emboscada,
en pos de sus ambiciones.

Caprichos del corazón,
que se inflama y se contrae,
según suene la canción.
Apelando a la emoción,
van dejando la simiente,
como un tenaz labrador.
Un virus que se disfraza,
con promesas de algodón.
Más se entrega el corazón,
cuando la verdad es sincera.

La feroz intransigencia,
que agarrota los sentidos.
La indiferencia cobarde,
que lo noble quiere obviar.
El desprecio a los demás,
que en otro nivel habitan.
Silencio en los corazones,
y oídos con orejeras.
Migajas a los que son,
de la pobreza maldita.

Caminante que condenas,
tus pasos a los rencores.
Que alimentas con dolores,
la tierra por la que pisas.
Que sembrando la desdicha,
te apropias de la justicia.
Ponzoña queda en la brisa,
del aire que te acompaña.
Tus huellas son la guadaña,
que corta de raíz la vida.

Va quedando almidonada,
la certeza de la dicha.
Y entre las feroces fauces,
del monstruo que la deglute.
La verdades son quimeras,
y entre sus carnes se pudren.
Abandonadas las luces,
en el fondo de la sima.
La oscuridad las absorbe,
como el aliento en la bruma.

Entre las grietas se esconden.
En la oscuridad iluminan.
En los ojos la verdad,
que a las razones domina.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
18/12/2018