En la espera...

La tierra se desgarro hasta llegar a sus tripas,

la luna se inmortalizo en una pintura clásica,

y luego cayó de cara al espanto,

las estrellas se fueron con ella,

el sol guardo un luto eterno,

y nunca más ilumino.

En la espera…,

el cielo se convirtió en desierto azul oscuro,

la tierra gemía su dolor,

la histeria y el rezo abundaban,

ten piedad de nosotros!,

ten piedad de tu creación!,

voces llenas de terror, exclamaban formando un aullido,

de cara hacia esa nada vestida de azul oscuro.

En la espera…

mis ojos se dilataban,

los gritos de dolor me mareaba,

yo también avanzaba hacia al azul oscuro,

entregado,

vencido sin pelear,

envuelto en su oscuridad,

en su nada,

yo estuve en el fin,

pero antes en ti.

Ahora recuerdo la promesa que te jure!,

como una exclamación bíblica y burlona,

el cielo e infierno se podrán fusionar,

los demonios librar la más cruenta batalla,

contra los soldados celestiales,

los árboles vender sus almas,

la tierra convertirse en polvo,

los pájaros quebrar sus alas ,y morir saltando desde las montañas,

los humanos exclamar:

-ten piedad de nosotros!,

-ten piedad de tu creación!,

Y yo..,

en la más oscura noche te esperare,

febril e inconsciente,

asustado e impaciente,

te esperare…,

sentado en cada orilla del desconcierto,

buscando tu mirada en el azul oscuro,

abrigado de fe,

alimentado de soberbia y orgullo…,

la promesa me sostiene,

tus ojos me iluminan en el umbral del fin,

la espera se convierte en la recompensa de la muerte,

que el silencio sea mi paisaje y tu presencia mi paz.

 

     Daniel Memmo