Vos
de ojos cafés y labios carmesí,
cabellos crespos y piel canela,
que siempre tenés un porqué sonreír,
te has convertido en mi eterna condena.
No hago más que mirarte desde la lejanía:
tu existencia ha cautivado alma e inspiración mía,
cual flor que existiese en el Edén un día
y, por su belleza, ángeles custodiarían.
Tenerte tan cerca, pero apreciarte a escondidas,
está condenándome a un mundo de fantasía
donde imagino tu luz fundiéndose con la mía,
bailando nuestro pasillo en perfecta armonía...
Mas, no es suficiente, valiosa perla mía:
clamando se haga realidad tal utopía
mi corazón grita cuando el idilio termina...
- Autor: Mariano Ibarguen (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de diciembre de 2018 a las 00:36
- Comentario del autor sobre el poema: Escrito el IX-II-MMXVIII en Medellín (Colombia). XXX (30).
- Categoría: Amor
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Jair Sierra
Comentarios1
Derramando inspiración a borbotones
bambam desde Chihuahua
FELIZ NAVIDAD
Gratísimas por su comentario. Saludo navideño de paz y armonía.
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