Que no se sequen los ríos.
Que no sepa a moho el aire.
Que la lluvia no sea ácida,
ni el pensamiento cobarde.
Que no se rompan los lazos,
que unen las voluntades.
Que no se partan los brazos,
que dan fuerza a los de abajo.
Que solos quedan los sabios.
Que solitarios los grandes
Los que defienden lo humano.
Que aislados se van quedando,
los que sufren desamparo.
Donde se encuentra escondida,
esa Tierra prometida,
en la que todos pensamos.
Donde la nítida fuerza,
de la pureza perdida.
Que no se callen los gritos.
Que no enmudezcan los labios.
Que nadie sufra el terror,
de sus derechos robados.
Que yertos quedan los campos.
Que infertiles las cosechas.
Que nocivas las ideas,
que ensucian ríos y lagos.
Que despierten las conciencias,
que no miren de soslayo.
Que se despeje la niebla,
que obtura la inteligencia.
Que no se olvide el legado,
que nos dejó la experiencia.
Que nuevas voces reclamen,
los derechos amputados.
Que no sea moneda el aire,
que enriquece a quien respira.
Que no se enriquezca el Hombre,
contaminando la vida.
Que se frene la violencia,
a los más desamparados.
Ejercida sin clemencia,
a los más necesitados.
Que se derriben los muros,
que prohíben al humano,
su legítima existencia.
Que no se pudra la mar,
convertida en vertedero.
Que se respete la vida,
que alberga su fértil vientre.
Y las vidas que se pierden,
en la mar embravecida.
Y que en su vuelo las aves,
no mueran por la codicia.
Que no se pudran las plantas,
en los bordes del sendero.
Que nunca nadie se mofe,
del que tenga sentimientos.
Y que libre el pensamiento,
fluya sin freno y sin prisa.
Que el viento sea favorable.
Para que intacto regrese,
el amor a las orillas.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
25/12/201
Comentarios1
Gracias a todo(a)s.
Cordiales saludos
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