El tiempo que me mantengo sin que mis ojos, observen tu presencia cerca de la mía. Cada momento que transcurre, sin poder ni siquiera abrazarte. Me mantiene fuerte como: la coraza profunda, como la armadura oculta, como la lanza, como la espada; como me enseñaste desde que, era un enano. Blanco por fuera y en silencio por dentro. Como la Mañana, el amanecer y la luna. En mi pérdida tan lejana y potente como el sol por mi locura. Regresé gracias a que mi corazón fuiste, y ahora escuchar tu voz madre es mi sana enfermedad. Y contigo mi olvido, en la mente se cura. Me das un presente, eres lo que me mantiene en la cordura. Desde que el gallo canta, hasta que el lobo aulla, desde el sol hasta la luna. Mientras el intervalo del minutero, que contaba hora por día. Deseando verte, al permanecer fuera de la realidad. Ahora de vuelta a ella, los ratos en tu compañía son sublimes. Y me llenas de valor, para no perder el norte por siempre. El hueco que creaba el vacío, por fin se ha esfumado, y se han unido de nuevo, dos libertades en una persona.
- Autor: Yiyou (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2018 a las 10:35
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando desde el psiquiátrico no veía a mi madre
- Categoría: Familia
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Yiyou, pakopancho
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