Hoy Anhelaría

Hoy anhelaría escribirte versos,

prosas, sonetos, poemas alegres,

que agradezcan desde mi corazón, 

palabras que se trancan en el pecho,

y se enredan diariamente en mis dedos,

me atropellan al hablar mis entrañas,

y eso madre, tú lo sabes muy bien,

tanto me conoces, más que a mí mismo.

Hoy anhelaría comer contigo,

oler tu perfume, tocar tu rostro,

mirar tus ojos, dibujar sonrisas,

decirnos lo mucho que nos amamos,

sin palabras y sin muchos sonidos,

escuchar tu corazón gritar voces,

desde 1500 kilómetros que nos separan,

donde se pierden tu aroma y mirada.

Hoy anhelaría verte reír,

perdida entre los valles y montañas,

escuchar tus regaños y protestas,

ver tu rostro fruncido al molestarte,

ver tus defectos y disfrutarlos,

contemplar esfuerzo, lucha y carácter,

esos reflejos sabios y sublimes, 

me recuerdan a ti cada momento.

Hoy anhelaría entregarte el tiempo,

me sobra amor y tiempo para entregar, 

puedo compartirlo con más mujeres,

que no tienen quién las ame y anime,

quién les impulse en sus dificultades,

allí estás acompañándome junto a otros,

ellas dan gracias por tu sabiduría, 

sigues aromatizando en la distancia.

Hoy anhelo verte llorar por otros,

en contra del sufrimiento insensible,

Contemplar bellos surcos hechos piel,

tus reflejos de antaño y experiencia,

tus lágrimas son mis lágrimas hoy,

tus anhelos son mis anhelos hoy,

tus deseos también son mis deseos,

ya reflejan los surcos en mi piel.

Hoy anhelaría despertar cerca,

verte levantar, preparar la mesa,

y sentarme junto a ti a ver el sol,

ver la naturaleza cantándote,

y escuchar tu voz en mi corazón,

amanecíste a mi lado en los sueños,

la mesa alisté como me dijiste,

a ti doy gracias por darme la vida.

Hoy anhelaría decirte hermosa,

cuanto me arrullaste en la oscuridad,

y me abrigaste en el intenso frío,

y cantaste en la profunda tristeza,

y me animaste en mi inseguridad,

me llenaste de paz en mi temor,

con tus cartas me enseñaste a leer,

me hizo reír cuando creí el final.

Hoy anhelaría decirte luz,

lo fuiste en mi profunda oscuridad,

gritar que tu santidad es real,

me enseñaste a conocer a Dios,

sus ángeles a través de tu vida.

Anoche una madre cercana dijo:

Bendita quien te dio la vida, un ángel,

confirmando aún mis pensamientos.

Hoy anhelaría papá estuviese,

robando una sonrisa con sus cuentos,

reviviendo el gozo con buenos anécdotas,

Por más que lo anhele no volverá,

y comprendo el vacío que dejó,

vacío que no podré llenar nunca,

aunque me falta mi amigo y padre,

mi compañero de mil batallas,

contigo seguiremos adelante.

Hoy anhelaría hablarte al oído,

anhelo que puedas leer mis letras,

frases clavadas en tu corazón,

las cartas que nunca te escribí,

los poemas que nunca dediqué,

sigue a mi lado y aún no te marches,

mi padre dejó mucho por hacer, 

juntos con Dios seremos invencibles.