¡Óyelo!
Ahí está el violín
que sin clases impartir
viene a enseñarme ciencia a mí.
No lo retomo
porque como vil engordo
llega el mozo
y quedo como baboso.
La que sagaz me acosa
llega si estar cuerda
donde el que maneja
no es capaz de la cuerda vibrar
ni de la tecla golpear.
.
..
…
Ahora el que tiene vibra
y a la que tocar excita
vuelven a mi
y no como Violín
ni piano hostil
sino como Físico
y matemático fiel
que se quedan en mi
aun con el pasado por venir.
- Autor: Salbert (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2019 a las 01:17
- Comentario del autor sobre el poema: Cada vez que intenté vibrarlas su genio me golpeaba y ni ese enojo podré compensar en si quiera tocar las teclas que me llaman sin sazón. Pero, sin acabar su importancia en este mundo de ignorancia, solo por eso amo esta matanza.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Kristian Mariano Ibarguen, migreriana
Comentarios1
¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿?????????
No entiendo tu comentario, que en medio de la discusión se presenta sin tanta conmoción.
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