Llego sin alma y estallo en mil pedazos como un vidrio,
llego a casa y mi único amigo es el frío,
por dentro me resecan las ganas de llorar,
por fuera me embadurna mi piel aceitosa y hedionda.
Sigo de frente de pie aunque sin poder hablar,
sin saber pensar, sin comprender lo que pasa,
de repente soy culpable de lo que ni siquiera pienso,
ni siquiera anhelo, ni siquiera sueño, solo en su mente pasa,
y debo asentir con la cabeza aunque no pase en la realidad,
tengo que hacer caso de su película,
seguir la corriente y reparar mi supuesto error,
para ser feliz.
Abrazo fuerte mi saco de sueños, mi contenedor de lagrimas,
como si en verdad fuera ella,
como si mi almohada tuviera brazos
para responder mi abrazo,
como si me hablara al corazón,
como si dijera "ya paso".
Se tuerce mi alma se enfurece,
no entiende como la deje pasar, como la deje irse,
sin demostrarle cuanto de su fuego me quema,
cuanto de su agua me ahoga,
cuanto de su aire respiro,
cuanta de su tierra piso;
se fue sin decir un verdadero adiós,
se fue y no supe correr y subir con ella,
solo llore y di un golpe, solo me lamente.
Tinieblas surgen con olas en su vientre con alas en su corazón,
tinieblas tan mías tan cautivadoras, tan mierda,
tinieblas que me hablan y me dicen: se termino todo.
De pronto mi ángel mi cupido me pellizca
me dice levantate corre! salta! empuja! grita!
cae en realidad y libera tu mente,
entra en situación, salvate!
Como no hacer caso
cuando solo se contemplaba
la quemazón de mis alas?
Como levantar vuelo
después de esa caída estrepitosa,
que no levanto ningún llanto sino miles de porqués?
Como convencer a mi musa inspiradora de que es ella,
la que endulza mi miel, la cual corre por mis venas,
de que es ella la que encanta mis ojos
fijos en su mirada tan tersuave,
tan tímida y lujuriosa a la vez?
Como desvanecer ese muro firme de odio de inseguridad,
como pisar ese muelle de su río tan brilloso,
como llegar a sus brazos tan deseados?
Como dejarla ir sin decirle una y mil veces,
sos la estrella que irrumpe mi hogar,
sos la estampida que tira mis arboles,
sos la risa que condice mi afecto,
sos la luminosidad que señala mis ánimos?
Como dejarla ir sin besarla!
Como la deje ir?
Porque no supe decirle con palabras lo que siento?
Porque no puedo parar de llorar de babear mis sabanas
de ver mi pantalla tan nublada, de sentir roto mi corazón?
Acaso aquellas palabras no le sirvieron para su ecuación?
Acaso no es solo el problema de mi boca tan estúpida?
Acaso sea algo mas?
Porque tirar por la borda todo el esfuerzo mutuo,
solo por una falta de atención mía?
Me asusto su voz, tan acusadora tan volátil,
tan celebre, tan burlona, tan en contra de mi corazón.
Me asusto mi lengua, tan muda, tan cariñosa y no filosa,
tan enmarcada en el miedo de perderla.
Me asusto su huida, tan desafiante tan sola,
tan fogosa tan rápida y destellante.
Me asusto no encontrarla, nadie había todo vacío,
tome mi muñeco recorrí pasillos,
busque su alma tan rosada entre las amarillas,
busque su cabecita de algodón sus hombritos de lana,
sus patitas de porcelana su andar de maravillas,
tome mi cabeza y golpee mi cráneo,
algo faltaba, la idea de recuperarla.
La seguí de atrás la asuste en la mirada,
la enfrente sin sabores la falte de su importancia,
le rogué suplique sus oídos, su atención,
aunque ninguna palabra hubiera salido de mi boca,
solo quería su corazón atento a lo que yo diga,
sus ojos atentos a mis malabares,
su risa atenta a mis locuras.
Descubrí que mi humanidad no basta,
que solo deseaba no verme, que quería irse a casa,
me desilusioné de vivir, me falto mi estomago,
supuse que así debió ser siempre,
no valgo mas que mis palabras, hasta las escritas,
le entregue su regalo mas preciado por mi,
como para que una parte mía siga con ella,
mas la deje ir nuevamente, y van miles,
la deje ir físicamente, mas no en el éter,
mi corazón seguía junto a ella, no supe irme,
volví, me caí de rodillas, o sentado,
no supe irme una vez mas, tenia que verla partir,
por si mi cerebro llegaba a la conclusión de gritar u observar,
no supe quedarme y cruce la avenida, sin mirar,
no supe llegar y caí nuevamente,
me miraron sus huéspedes,
garronee mi pulso y golpee el asfalto con mis cargas,
atendí mis ganas de llorar con un no inmenso,
no desfallecería, no mas,
mi situación era de observante, respetuoso y agachado,
como no queriendo ser visto,
pero vistiendo de rojo intenso.
El tiempo se hizo eterno su carro no llegaría nunca,
pude vivir una vida allí sentado en el borde de un océano,
donde grandes peces acariciaban mis pies con fauces enormes,
lagrimas se contenían en mi ser por miles,
y miradas a lo lejos no terminaban de llegar en el mismo minuto.
Dios como rogué que viniera corriendo hasta mi!
Que me abrazara como nunca!
Que olvidara todo y viviera conmigo para siempre!
Como si dios fuese rey, o como si diablo fuese destino,
morí al fin, al verla partir de nuevo,
esta vez con un sabor amarguisimo,
con la garganta hecha añicos,
mis dientes choque con mis cadenas.
Quería solo saber el porque, porque todo esto,
este sufrimiento sin sabor, sin nada.
Porque tanta felicidad la mitad de la noche
e infierno la madrugada y amanecer?
Porque no podía estar junto a ella?
Supe en ese instante que mi vida no vale nada,
que verla partir lo fue todo,
que solo espero verla llegar alguna vez mas,
para luego verla partir de nuevo,
pero diciendo adiós y hasta entonces...
- Autor: Nik Corvus Corone Cornix ( Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2010 a las 01:17
- Categoría: Triste
- Lecturas: 61
Comentarios3
UN SENTIR NOSTALGICO EL QUE TE EMBARGA HOY.. PERO ES BELLO EN SU ESENCIA TRISTE..
BESOS A TI...
KALITA
ENORMEMENTE CARGADO DE LIRISMO, DESCRIBIENDO SENTIMIENTOS CON PELOS Y SEÑALES. PERO ALTAMENTE LITERARIO
TE FELICITO
esto es lo que espero de un poema triste...
digno de leer chico, gracias !!!!
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