Embellece el mundo con la mirada cómplice del complacido
Que complace y satisface sus vejámenes podridos
Burlesco ante la mirada propia en el espejo, reflejo de la sociedad impulsiva
Mirase al espejo nuevamente, el reflejo de un testarudo hombre,
No hombre, bestia animada por la lujuria,
Bestia lúgubre del palacio del deseo y desataste tu enredada vida con la hembra
Y dejaste tu enrabiada vida con las hembras y mirase una vez más en el espejo
Que estúpido acto el que aprecio, que estúpida vanidad me cegó,
Que estúpidos pensamientos sesgados que me impiden terminar el acto
Pienso en todos los adelantos, en toda la tecnología pienso
El sexo tan antiguo acto, tan sobre valorado, que desdichado acto
Y se vuelve mucho más fatal cuando no es con mi amada, cuando solo es por dinero,
Cuando solo es por placer carnal, dos pedazos de carne que entre si friccionan, sin amar,
El sexo muta en eso, solo eso, carnes putrefactas somos, carnes y placeres nos impulsan,
Grasas y piel nos excitan y se nos nubla la vista y los recuerdos se dispersan,
Solo existe el ahora…
Ya no existen los te quiero…
Ya no beso a mi amada…
Un milenio y no puedo besar con los ojos cerrados, creo saber la respuesta;
El amor se ha ido de la tierra, solo el placer es lo que queda
Y han pasado mil años y seguirán pasando, sea hembra o macho, sea libre o esclavo
El sexo y el amor nunca andarán de la mano.
- Autor: L.L. Cuitiño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2019 a las 11:47
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Elizabeth97
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