Rompiste las cadenas y viniste,
amarras que a tu ser aprisionaban,
tus ojos tan hermosos no miraban,
en medio de tinieblas estuviste.
El corazón blindado, mantuviste,
mil rayos luminosos lo cegaban,
tan intensos que a tu alma atormentaban,
y de pronto tu mundo ya no es triste.
Abriste el corazón a la alegría,
dejando aquel tumulto de complejos,
admirando la luz de un nuevo día.
Rompieron las barreras mis cortejos,
escuchaste la voz mi poesía,
llenándote de amor mis ovillejos.
- Autor: Pedro Ruiz Lopez ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2019 a las 17:02
- Comentario del autor sobre el poema: Soneto clásico sobre el amor que surge en algún momento inesperado llegando una luz que no nos ciega que nos da calor y nos permite ver.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 141
Comentarios2
Muy bueno, felicidades
Muchas gracias por tus comentario que me alienta y me hace sentir bien.
Saludos afectuosos.
Un Soneto muy bien elaborado Pedro, a una servidora no le salen tan bordados.
Un saludo
Muchas gracias, tus poemas son muy bellos y aunque no son sonetos tienen una magia espontanea directamente desde el corazón.
Saludos.
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