Aun me queda con sabor a cielo
este barro,
y el mundo sin gente
a este lado.
Aún me esperan de inmensidad estrecha
los libros,
de resbalados recuerdos
los ríos.
Aun contengo la paciencia
en el espacio suspendida.
Y entre los versos
derramándose a la despedida.
Aun puedo caminar
al filo de la brisa,
y recrear con el aliento de un llanto,
la risa.
Y continuo secando afanada a la lluvia
minando de versos suicidas, cadavéricas lunas.
Más ya no me contoneo sobre ningún momento preciso,
ni camino senda alguna.
No necesito retomar el tiempo y el espacio,
atrás …atrás …
hacia una patria arrancada,
un gesto lucido,
una voz borrada.
Pues surjo de mil instantes
y emerjo de ningún lugar.
Cabalgo sobre palabras desbocadas
que se salen del renglón,
que van cayendo en la hierba
y tramando en un montón.
y soy feliz entre hogueras
de palabras derrochadas,
de firmes horizontes,
de esperanza quebrada.
Feliz bajo la inspiración confirmada,
la añoranza atada,
el terso recuerdo,
la curtida mirada.
Soy feliz entre las huellas
que arrastra la voz.
Feliz entre el gemido o el regodeo
que pueda con lento deleite,
mecer mi pluma.
Soy feliz bajo el silencio indeleble
y a lomos de cualquier estrofa.
Feliz por arrancar
Limites del espacio
Y poder aun
Seguir cayendo en pedazos.
Y pretendo seguir viajando
Por mis llanuras
De papel y barro.
Desgarrando notas lúgubres,
Liberando alejados andares,
Encadenados pétalos de cien octubres,
cautivando imperiosos mares,
haciendo de los parajes sin tierras,
cantares.
Y si desde este trayecto
lo bueno no alcanza a tocarme,
aun escribiré más
aun escribiré mas versos
derramados en tinta
y abismos.
Sin caerme,
sin abrirme
e intentando no culminar.
Versos de brisa y poniente.
Fuertes, puros, valientes.
Que desbaraten
lamentos y desesperación.
Que atraviesen mi carne
Y aun mas allá de ella,
a mi.
Para no ceder,
para no mirar,
para no retorcer,
para no anochecer o amanecer en exceso.
Y así, no caer,
en la torpeza de los listos.
Y para ello, preciso tan solo;
En los ojos,
mi aliento temblando.
Entre los dedos,
la tinta brotando.
Y bajo ellos,
mi furor cabalgando.
Levantar el semblante,
alzar la mirada
y seguir cantando.
En la quietud
de la llaga,
en el tumulto
de un paso …
… seguir cantando.
AUTORA - Merche Monroy Fernández
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2019 a las 12:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
Comentarios2
Siempre ella, ella mi hija que pronto estaré con ella, hija mi amor es eterno
Pedro..no se porque dices, que pronto estaras con tu hija...
Solo decirte que este poema de Merche, ilumino mi corazon...tiene la amplitud de esa vision, abarcativa, que invade, que desmembra cada uno de los pensamientos que expone...una gran poetisa ...mis felicitaciones.-
Un afectuoso saludo.-
Mi hija desde arriba te lo agradece y yo desde este mundo
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