La noche comprende
esa melodia extraña
del rio que va creciendo.
Nunca estamos solos
corazones ignorados,
porque siempre
una estrella nace
y en círculos
va deslizándose
en la geometría
de nuestras manos
mientras
la noche nos ubica
estrategicamente
junto a ella,
como la bombilla
que en la noche desaparece
y que la pupila no entiende.
Pero yo conocía
cómo era mi corazón
sonó como tormenta en el mar,
en ese instante
se detuvo mi vida,
frente a mis ojos
estabas tú...
- Autor: Claudio Azofeifa ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2019 a las 00:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Sharon Ximena
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