El inmaculado vacío del papel invoca a las musas.
A su cita acuden musas lánguidas.
Musas de las sombras.
Danzan sobre el anverso en blanco.
Impronta de sus pies sobre rayas invisibles.
Y se van entre diminutas sonrisas.
En sus huellas brotan como pequeños tallos las palabras.
Palabras de bordes afilados,
Cuchillas en la memoria.
Y como terrones en surco aparece
Sufrimiento, dolor, ruina, rabia…
Que colonizan los versos torcidos.
De la última huella nace frustración y fracaso…
Y el verso me mira.
Y mi alma maldice entre lágrimas,
A la mano que empuña la pluma.
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Autor:
Apocrifo (
Offline) - Publicado: 17 de enero de 2019 a las 09:13
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 74
Offline)
Comentarios1
Expresivo y finalmente doliente...
Cuando los versos afloran con dolor.-
Muy bello tu poema.-
Me encanto leerte.-
Un afectuoso saludo.-
Muchas gracias por tu lectura y tu comentario.
Un abrazo
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