Tengo ansia de ti.
Como esos nubarrones posados en el aire de un desafío.
Tengo debilidad por ese rostro sin huellas,
que duerme en el lecho de la memoria;
mi memoria sin estigmas.
Hace un frío que cala los huesos;
es el miedo de que te evapores como un espejismo,
espejismo dormido en oasis perdidos.
Perdidos, amarillos, sin hojas, sin huellas.
Temo.
El temor de un diminuto segundo sin que pueda abrazarte.
El espanto de no volver a sentir tus letras en el fondo de mi conciencia.
Me suicido.
El suicidio diario de soñar verte,
cuando en realidad noto tu tacto
en cada rincón de mis ojos,
y al cerrarlos y no verte, dispara
la pistola en la sien de la conciencia
intentando olvidarte.
Olvidar que existes
es como un garabato
chillando en la voz de un niño;
pataleta egoísta de un juguete roto.
Inevitable...Te anhelo.
Pero luego descanso,
el acorde de un violín soltando notas,
luchando que lleguen a tus manos.
- Autor: Isabel Rezmo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2019 a las 06:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.