Ella y sus veinte mentiras.
Yo y mi única verdad, por no herirla.
Ella llorando, hundiendo sus lamentos
En mi oído arañado, tal vez solo fingiendo.
Quizá, en verdad, dolida. No sabría
Si sus lágrimas son ciertas o fingidas.
La duda y la sospecha por un lado
Y por otro, el afecto con sus hábitos,
Y en esa brega diaria, indefinida,
Van creciendo ataduras en la herida,
Se prolongan raíces de recelo
Que han fijado mi vida en sus terrenos.
Quiero elegir la hora en que me vaya
Sin importar ¡Por fin! lo que ella haga,
Sin importarme las respuestas luego
Ni las dudosas razones para hacerlo.
Es suficiente tanta desconfianza
Que a mi dignidad retuvo maniatada.
- Autor: JHON DEILO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2019 a las 17:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Dante Cruz Velez, Sharon Ximena
Comentarios2
Preciadas letras llenos de nostalgia y tristezas...saludos cordiales
Muchas gracias, poeta. Es un gusto conocerlo en este foro. Veo con mucha satisfacción que usted además es mi compatriota. Un abrazo.
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