Caminando por la vida, aprendiendo a vivir,
un día, el menos pensado,
el universo permitió que tus ojos fueran mi destino.
Por los senderos que recorrí llevando a cuestas mis ilusiones
conocí muchas miradas,
Pero ninguna tan limpia y transparente, como tu mirada,
puerta astral que conduce hacia lo inimaginable.
Tus ojos reflejaron mi esencia en sus aguas mansas y cristalinas,
aprendí a conocerme en ellos,
a caminar seguro con su luz radiante,
a sumergirme en la bruma espesa de mis dudas
para librar el gran combate
que derribó la muralla inexpugnable de mis miedos
Tu mirada dulce y apacible
me entregó las llaves para ingresar
al reino de lo posible, al lugar del no tiempo
en donde los sueños beben el elixir de la eterna juventud,
en donde todo puede ocurrir en un pestañear,
en donde un suspiro puede durar mil años,
en donde el amor no es una ilusión efímera,
sino la vida misma.
En un solo haz tu mirada me da todo,
Tu mirada pronuncia las palabras más hermosas
que no conoce el diccionario,
tu mirada me hace estremecer con sus caricias de terciopelo,
tu mirada rastrea mi mirada,
me sigue, me persigue, con pasión de felino en celo
me encuentra y me quema con su fuego
infinito y sublime.
Tu mirada es mi aliento,
la brisa tibia de mis días,
la melodía de mis silencios,
el destello de mi noches sin estrellas,
el faro que me guía al infinito,
la energía cuántica que me conecta
con mi alma de poeta.
Que no me falten tus ojos,
que no se apague tu mirada.
- Autor: Bitácora de sueños (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2019 a las 00:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 104
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