ENSAYO A MI MUERTE

Síntesis de mi vida.
Veo necesario comenzar con esto, y es que es hasta el día de hoy que decidí escribirle un texto a mi vida. Ya que me he dedicado a elogiar las emociones que en ella se han manifestado a través de la poesía y siendo sincera, claro que dejo un pedazo de corazón en cada verso, pero si mañana me muero, entonces voy a justificar todo lo anterior ya que cada instante de mi vida, se merece un reconocimiento y su propio testamento.

Testamento en prosa.
La gente usa tantas metáforas para explicar la excéntrica vida que puede recordar, que se quedan cortas sus referencias cuando hablo de mi estrambótica supervivencia en un hermoso planeta lleno de humanidad.
Soy un ser desarrollado que aprendió hasta el día de hoy, sobre valores, la palabra “vida” y la humildad. Es por eso que un testamento voy a dejar, por si mañana muero nadie lo pueda olvidar.
La niñez es alegría, inocencia y vacilar, es el núcleo de absolutamente todo lo que esta por llegar. Se vive en un parpadeo y parece una ilusión lejana a la realidad, por eso le dejo mis risas y mis sueños, por si un día se aburre o no los pude lograr.
A mi pubertad y adolescente terca le dejo mi curiosidad, mi fracaso y mi persistencia, por hacerme llegar hasta acá.
Y a la joven que se encuentra en su segunda década de vida le dejo una noche fría con el Eclipse Lunar, por que todo lo que me queda es para ella y por ella. Estoy segura de que si mañana muero habrá balido la pena su existencia.

Si mañana me muero.
Se los voy a recordar.
A mi madre le pido perdón por darle lata, pero si vuelvo a nacer quisiera que fuera en su vientre, y a su madre le agradezco por crear una mujer tan fuerte, a las dos las amare por siempre. Y a Luis lo amo por amarlas.
A todas mis hermanas, y a mi pequeño Emiliano, les amo con locura.
Jamás olvidaría al amor de mi vida, te esperó en la otra vida.
La lista es tan larga pero tengo que concluir, la verdad es que yo nunca me quisiera despedir, pero solo si mañana me muero, hoy no me quiero morir.