Mi cabeza padece de quimera
que le hostiga gentil y oculto engaño:
gentil cuando parece curandera
y oculta cuando inflige inocuo daño.
El daño pareciera primavera
en la mentalidad febril de antaño,
mas hoy se manifiesta la primera
directriz que conduce al desengaño.
¿No es acaso identificar la herida
que gotea en los cuartos de la mente
la parte más difícil de la vida?
El enfermo percibe lo que siente
mientras el necio ignora: la salida
se muestra bajo la salud ausente.
- Autor: Axel Dueñas ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2019 a las 02:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
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