Mi esperanza apolínea y mi deseo dionisíaco

Rigo F. Garay


AVISO DE AUSENCIA DE Rigo F. Garay
Sss... silencio, que el atanor se puede apagar con los ruidos fuertes del exterior y yo quiero que leas, escuchando el rugido del laboratorio interior; hasta llegar al uno y elevar la conciencia a la perpetuidad eterna, de la esencia divina que todos portamos.

Sí meditas las palabras, y vas más allá del sentimiento, será sencillo escucharlo; aunque si comentas, podrás aportar un poco de tu singularidad, a este singular y humilde espacio, donde los locos escriben y los magos comprenden.

A la medida neutra de nuestras interacciones, se acopló la dinámica de mutuas atracciones. En con vivencias espontáneas hubo dedicaciones y se acepto, virtuosamente, ascuas aflicciones.

Explica el alma la "necedad existencial", de una valerosa esperanza apolínea. Mi humanidad expresa la "veracidad carnal", de una pasión intuitiva del eros dionisiaco.

Con el dulce sabor de tu néctar y con tu piel con aroma a café; Más mi afán de salir y caminar con la copa vacía, la ultima fe. En las sensaciones, despiertas intensas emociones, y cediendo aprecio, compartimos aspiraciones.

En nuestras uniones resolvemos varios temores, siendo lo que más nos complementa, las decisiones.

Por lo que sedo a Apolo la virtud del alma, para que ella contenga el bien en sí misma. Por lo que llevo el vigor de Dionisio que llama, al rigor de la complicidad decidida, que ama.

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  • Autor: Alquimista de letras (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de enero de 2019 a las 04:03
  • Comentario del autor sobre el poema: ¿Quién sabe a que estrella deportaron a Apolo? y ahora ¿Dónde hará las fiestas Dionisio? Las luz y el vino, se nos apagaron; o apenas ¡se vienen encontrado!
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 19
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